Consecuencias del neoliberalismo en Argentina.

La Argentina está recién comenzando a superar lentamente los momentos más graves de una profunda crisis, cuyas consecuencias sociales han sido devastadoras.
Esta crisis estalló a fines del año 2001, donde la lógica neoliberal ha quebrado a la Nación Argentina.
La gestación de esta crisis económica no comenzó en los últimos años, ya que la situación grave que atravesó el país no pudo haberse gestado en tan poco tiempo, antes bien, esta crisis resultó ser el desenlace del modelo económico implementado en la Argentina desde inicios de la década del setenta, puntualmente el 24 de marzo de 1976, fecha en que se produjo el golpe de estado.
El nuevo modelo económico terminó por destruir un conjunto importante de las empresas y las industrias nacionales, al tiempo que permitía una entrada de capitales externos. Desde el punto de vista económico, fue una época de libre comercio y libertad de movimientos de capitales.
Uno de los propósitos del neoliberalismo fue provocar la reducción de la presencia del Estado Nacional por medio de las privatizaciones de las empresas nacionales más importantes.
La implementación del Plan de Convertibilidad, volvía la situación más grave, ya que producía el desgaste de las industrias nacionales. Como lo señala José Carlos Escudero en el texto de la Exclusión social: “Esto provocaría menos trabajo humano, reemplazado por los adelantos de la tecnología” Esta situación en el ámbito laboral provocó que la demanda laboral creciera lentamente y que se incrementara gravemente el desempleo y se deteriorasen las condiciones laborales. Por ende, las personas comienzan a ser excluidas del sistema capitalista.
Pero la tasa de desempleo no constituye el único signo de deterioro del escenario laboral. Antes bien, la situación de los trabajadores se ha visto afectada también por cuestiones relativas a la calidad del empleo, entre éstas se puede destacar el gran incremento de empleos en negro y la caída de los salarios.